La halterofilia española vive un momento de transición entre dos nombres que, pese a compartir disciplina, representan épocas, estilos y relatos muy diferentes: Lydia Valentín y Naroa Arrasate. La primera, ya leyenda tras una carrera repleta de éxitos internacionales; la segunda, joven promesa que empieza a escribir su historia con récords y medallas que auguran un futuro brillante.
Lydia Valentín: la pionera que cambió la historia
Lydia Valentín (Ponferrada, 1985) es, sin discusión, la gran referente de la halterofilia nacional. Inició su andadura deportiva a los 11 años y, tras formarse en la Residencia Blume de Madrid, debutó internacionalmente en 2001 ganando el Europeo sub-16. Desde entonces, su progresión fue meteórica: cuatro participaciones olímpicas, tres medallas (oro en Londres 2012, plata en Pekín 2008 y bronce en Río 2016), dos títulos mundiales (2017 y 2018) y cuatro campeonatos de Europa (2014, 2015, 2017 y 2018).
Valentín no solo fue la primera española, hombre o mujer, en lograr una medalla olímpica en halterofilia, sino que su irrupción provocó un auténtico “boom” en el deporte nacional. Su palmarés, adornado con 12 medallas europeas y 4 mundiales, la sitúa como una de las mejores halteras de la historia. Su retirada en 2023, forzada por una lesión de cadera, dejó un vacío difícil de llenar y un ejemplo de superación y profesionalidad que inspira a las nuevas generaciones.
Naroa Arrasate: la nueva ola de la halterofilia
En el extremo opuesto de la línea temporal emerge Naroa Arrasate (Villava, 2003), una atleta que, tras pasar por la gimnasia rítmica, el atletismo y el crossfit, ha encontrado en la halterofilia su auténtica vocación. En apenas dos años en la élite, Arrasate se ha proclamado campeona de España absoluta en la categoría de hasta 64 kg, ha batido todos los récords nacionales y ya ha debutado con éxito en el Mundial absoluto, donde finalizó 14ª y estableció nuevas plusmarcas españolas en dos tiempos y total olímpico.
En 2025, con solo 21 años, Naroa logró el bronce en los Europeos de Moldavia en la modalidad de dos tiempos, levantando 122 kg, igualando el récord de España y quedándose a un solo kilo de la plata. Su progresión es meteórica: entrena en el centro de alto rendimiento de Madrid y ya apunta a podios europeos y mundiales, con la mirada puesta en el Sub23 y el absoluto.
Comparación de trayectorias
Aspecto | Lydia Valentín | Naroa Arrasate |
---|---|---|
Año de nacimiento | 1985 | 2003 |
Disciplina | Halterofilia (75-87 kg) | Halterofilia (64 kg) |
Inicios | Atletismo, baloncesto, halterofilia desde los 11 | Gimnasia rítmica, atletismo, crossfit, halterofilia desde los 19 |
Palmarés olímpico | Oro, plata y bronce (4 JJ.OO.) | Sin participación olímpica aún |
Palmarés mundial | 2 oros, 1 plata, 1 bronce | 1 Bronce, 14ª en su debut absoluto |
Palmarés europeo | 4 oros, 12 medallas totales | Bronce absoluto en dos tiempos (2025), doble bronce Sub23 |
Récords nacionales | Sí | Sí (arrancada, dos tiempos y total olímpico) |
Retiro/Estado actual | Retirada (2023) | En activo, en pleno ascenso |
Dos referentes, un mismo legado
La comparación entre ambas deportistas no puede hacerse en términos de palmarés, pues Lydia Valentín es ya historia viva del deporte español, mientras que Naroa Arrasate representa la esperanza de un relevo generacional ilusionante. Sin embargo, ambas comparten valores esenciales: la capacidad de reinventarse, la constancia y la ambición de superar barreras.
Mientras Valentín abrió el camino y elevó la visibilidad de la halterofilia femenina, Arrasate recoge el testigo con una proyección internacional que podría devolver a España a lo más alto del podio. El futuro de la halterofilia nacional está en buenas manos, y la transición entre estas dos generaciones es, sin duda, uno de los relatos más apasionantes del deporte español actual